mGn. 17:10 y sig.
ajEx. 1:10, 11, 16, 22 y sig.
byRom. 3:2; Heb. 5:12; 1Ped. 4:11
doDan. 12:2; Mat. 27:52; Juan 11:11, 12; Hech. 13:36; 1Cor. 15:6, 18, 20; 1Tes. 4:13 y sig.; 2Ped. 3:4

Acts 7

Capítulo 7

Discurso de Esteban

1El sumo sacerdote dijo: «¿Es esto así?».

2Esteban respondió: «Escúchenme, hermanos y padres a. El Dios de gloria b apareció a nuestro padre Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes que habitara en Harán c, 3y le dijo: “Sal de tu tierra y de tu familia, y ve a la tierra que Yo te mostraré d”.

4»Entonces Abraham salió de la tierra de los caldeos y se estableció en Harán e. Y de allí, después de la muerte de su padre, Dios lo trasladó a esta tierra en la cual ahora ustedes habitan f. 5»No le dio en ella heredad, ni siquiera la medida de la planta del pie, y sin embargo, aunque no tenía hijo, prometió que se la daría en posesión a él y a su descendencia después de él g. 6»Y Dios dijo así: “ hQue sus descendientes serían extranjeros en una tierra extraña, y que serían esclavizados y maltratados
Lit. los esclavizarían y maltratarían.
por 400 años.
7”Pero Yo mismo juzgaré a cualquier nación de la cual sean esclavos”, dijo Dios, “y después de eso saldrán y me servirán
O adorarán.
en este lugar k”.
8»Dios le dio el pacto
O un pacto.
de la circuncisión m; y así Abraham vino a ser el padre de Isaac, y lo circuncidó al octavo día n; e Isaac vino a ser el padre de Jacob o, y Jacob de los doce patriarcas p.

9»Los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto q. Pero Dios estaba con él, 10y lo rescató de todas sus aflicciones. Le dio gracia r y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y este lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.

11»Entonces vino hambre sobre todo Egipto y Canaán s, y con ella gran aflicción, y nuestros padres no hallaban alimentos. 12»Pero cuando Jacob supo
Lit. oyó.
que había grano
O trigo.
en Egipto v, envió a nuestros padres allá la primera vez.
13»En la segunda visita, José se dio a conocer a sus hermanos w, y conoció
Lit. y fue manifestado a.
Faraón la familia de José y.
14»José, enviando mensaje, mandó llamar a Jacob su padre y a toda su familia z, en total setenta y cinco aa personas ab.

15»Y Jacob descendió a Egipto, y allí murió ac él y también nuestros padres. 16»De allí fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que por una suma de dinero había comprado Abraham a los hijos de Hamor ad en Siquem.

17»Pero a medida que se acercaba el tiempo ae de la promesa que Dios había confirmado a Abraham, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto af, 18hasta que surgió otro rey en Egipto que no sabía nada de José ag. 19»Este rey, obrando con astucia contra nuestro pueblo
Lit. nuestra raza.
, maltrató a nuestros padres, a fin de que expusieran a la muerte a
O fueran echados fuera para morir.
sus niños para que no vivieran aj.

20»Fue por ese tiempo que Moisés nació. Era hermoso a la vista de Dios
Lit. a Dios.
, y fue criado por tres meses en la casa de su padre al.
21»Después de ser abandonado
Lit. expuesto.
para morir, la hija de Faraón se lo llevó
O lo adoptó.
y lo crió como su propio hijo ao.
22»Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios ap, y era un hombre poderoso en palabras y en hechos.

23»Pero cuando iba a cumplir la edad de cuarenta años aq, sintió
Lit. surgió.
en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los israelitas as.
24»Al ver que uno de ellos era tratado injustamente, lo defendió y vengó al
Lit. tomó venganza por el.
oprimido, matando
O hiriendo.
al egipcio.
25»Pensaba que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad
O salvación.
por medio de él
Lit. por mano suya.
, pero ellos no entendieron.

26»Al día siguiente se les presentó, cuando dos de ellos reñían, y trató de poner paz entre ellos, diciendo: “Varones, ustedes son hermanos, ¿por qué se hieren
O maltratan.
el uno al otro ay?”.
27»Pero el que estaba hiriendo
O maltratando.
a su prójimo lo empujó, diciendo: “¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros ba?
28”¿Acaso quieres matarme como mataste ayer al egipcio bb?”. 29»Al oír estas palabras, Moisés huyó y se convirtió en extranjero en la tierra de Madián bc, donde fue padre de dos hijos bd.

30»Pasados cuarenta años, se le apareció un ángel be en el desierto del monte Sinaí, en la llama de una zarza que ardía bf. 31»Al ver esto, Moisés se maravillaba de la visión, y al acercarse para ver mejor, vino a él la voz del Señor: 32“Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob bg”. Moisés temblando, no se atrevía a mirar.

33»Pero el Señor le dijo: “Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás es tierra santa bh. 34”Ciertamente he visto la opresión de Mi pueblo en Egipto y he oído sus gemidos, y he descendido para librarlos bi; ven
Lit. y ven acá.
ahora y te enviaré a Egipto bk”.

35Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: “¿Quién te ha puesto por gobernante y juez bl?” es el mismo que Dios envió
Lit. ha enviado.
para ser gobernante y libertador con la ayuda
Lit. la mano.
del ángel que se le apareció en la zarza.
36»Este hombre los sacó bo, haciendo prodigios y señales
O milagros.
,
bq en la tierra de Egipto, en el Mar Rojo y en el desierto por cuarenta años br.

37»Este es el mismo Moisés que dijo a los israelitas: “Dios les levantará un profeta como yo
O como me levantó a mí.
de entre sus hermanos bt”.
38»Este es el que estaba en la congregación
O iglesia.
en el desierto bv junto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí bw, y con nuestros padres, y el que recibió palabras
Lit. oráculos.
,
by de vida
Lit. oráculos divinos.
,
ca para transmitirlas a ustedes,
39al cual nuestros padres no quisieron obedecer
Lit. ser obedientes.
, sino que lo repudiaron, y en sus corazones desearon regresar a Egipto cc,
40diciendo a Aarón: “Haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés que nos saco de la tierra de Egipto, no sabemos lo que le haya pasado cd”.

41»En aquellos días hicieron un becerro y ofrecieron sacrificio al ídolo ce, y se regocijaban en las obras de sus manos cf. 42»Pero Dios se apartó de ellos y los entregó para que sirvieran
O adoraran.
al ejército del cielo ch, como está escrito en el libro de los profetas: “¿ ciAcaso fue a Mí a quien ofrecieron victimas y sacrificios en el desierto por cuarenta años cj, casa de Israel?
43”También llevaron el tabernáculo de Moloc, y la estrella del dios Renfan, las imágenes que hicieron para adorarlas. Yo también los deportaré más allá de Babilonia”.

44»Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, tal como le había ordenado que lo hiciera el que habló a Moisés, conforme al modelo que había visto ck. 45»A su vez, habiéndolo recibido, nuestros padres lo introdujeron con Josué al tomar
Lit. en la.
posesión de las naciones
O los gentiles.
que Dios arrojó de delante de nuestros padres cn, hasta los días de David.
46»Y David
Lit. Quien.
halló gracia delante de Dios cp, y pidió el favor de hallar una morada para el Dios
Muchos mss. antiguos dicen: para la Casa; la septuaginta en Sal. 132:5, dice: Dios.
de Jacob cr.
47»Pero fue Salomón quien le edificó una casa cs.

48»Sin embargo, el Altísimo ct no habita en casas hechas por manos de hombres; como dice el profeta: 49cuEl cielo es Mi trono,

Y la tierra el estrado de Mis pies;

¿Qué casa me edificarán?”, dice el Señor,

“¿O cuál es el lugar de Mi reposo?
50”¿No fue Mi mano la que hizo todas estas cosas?”.

51»Ustedes, que son tercos e incircuncisos de corazón cv y de oídos, resisten siempre al Espíritu Santo; como hicieron sus padres, así hacen también ustedes. 52»¿A cuál de los profetas no persiguieron sus padres cw? Ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo cx, del cual ahora ustedes se hicieron traidores y asesinos cy; 53ustedes que recibieron la ley por disposición de ángeles cz y sin embargo no la guardaron».

Martirio de Esteban

54Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos
Lit. aserrados en sus corazones.
,
db, y crujían los dientes contra él.
55Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo dc, fijos los ojos en el cielo dd, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios de; 56y dijo: «Veo los cielos abiertos df, y al Hijo del Hombre dg de pie a la diestra de Dios».

57Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos se lanzaron a una contra él. 58Echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearlo dh; y los testigos di pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo dj. 59Y mientras lo apedreaban, Esteban invocaba al Señor dk y decía: «Señor Jesús, recibe mi espíritu».

60Cayendo de rodillas dl, clamó en alta voz: «Señor, no les tomes en cuenta este pecado dm». Habiendo dicho esto, durmió
O expiró.
,
do.
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